El desarrollo de una mentalidad growth es clave para abordar los desafíos organizacionales actuales, ya que nos permite adaptarnos, aprender y desarrollar nuevas habilidades en un entorno cambiante e incierto. En el contexto de las organizaciones, una mentalidad growth se traduce en la capacidad de construir equipos de alto rendimiento con apertura y flexibilidad, lo cual es fundamental para responder a las demandas de los nuevos escenarios empresariales. La aceleración tecnológica, la crisis climática y la creciente conciencia social están obligando a las organizaciones a reinventarse, y Recursos Humanos (RH) tiene un papel central en esta transformación consciente.
Para el 2025, las áreas de Recursos Humanos deberán enfocarse en cinco áreas clave que marcarán el futuro de las organizaciones: redefinir la productividad, establecer un nuevo contrato social con los empleados, impulsar equipos multifuncionales, promover la sostenibilidad y gestionar la implementación ética de la inteligencia artificial. Cada uno de estos aspectos requiere un enfoque basado en el desarrollo constante de habilidades organizacionales, que es precisamente donde una mentalidad growth cobra vital importancia.
EL ENTRENAMIENTO CONSTANTE Y CONSCIENTE: CLAVE PARA DESARROLLAR HABILIDADES PERSONALES Y ORGANIZACIONALES
Las organizaciones que buscan adaptarse al futuro deben fomentar un aprendizaje activo y continuo entre sus colaboradores. El World Economic Forum identifica las principales habilidades para enfrentar los desafíos futuros, como el pensamiento crítico, la resolución de problemas complejos y el liderazgo, entre otros. Sin embargo, ninguna de estas competencias se desarrolla de manera automática; requieren tiempo, dedicación y una mentalidad growth dispuesta a aprender de manera consciente.
Este proceso de aprendizaje y adaptación es esencial para los individuos y también para las organizaciones que aspiran a ser resilientes frente a la incertidumbre y sostenibles bajo el concepto de compromiso y responsabilidad con lo social, el medio ambiente y lo económico. En la actualidad, los modelos tradicionales de Recursos Humanos están quedando obsoletos, la capacidad de desarrollar nuevas habilidades organizacionales es clave para mantener la competitividad, la productividad y la empleabilidad. La flexibilidad, el pensamiento creativo y la apertura al cambio son ahora habilidades tan importantes como la capacidad técnica o el dominio de herramientas tecnológicas. Aquí es donde los equipos de alto rendimiento, formados bajo una cultura de crecimiento continuo, marcan y marcarán la diferencia.
1.- Pensamiento analítico e innovación:
Los empleadores valoran colaboradores que puedan analizar situaciones con precisión y encontrar soluciones innovadoras para implementarlas de manera eficaz y oportuna. El uso de habilidades analíticas es fundamental para identificar patrones, generar ideas, interpretar datos y tomar decisiones informadas, considerando diversos factores y opciones disponibles.
2.- Aprendizaje activo y estrategias de aprendizaje:
El aprendizaje es un proceso continuo que requiere la evaluación del conocimiento actual y la incorporación constante de nuevos conceptos (Life Long Learning). Este enfoque permite aplicar los conocimientos adquiridos en beneficio de la organización. Es crucial establecer cómo se integrarán estos nuevos aprendizajes y asignar el tiempo adecuado para su implementación.
3.- Resolución de problemas complejos:
Esto implica un conjunto de observaciones y decisiones dirigidas a encontrar soluciones efectivas. Dado que no todos los problemas requieren el mismo enfoque, es necesario prever posibles cambios en las circunstancias, recursos y capacidades, los cuales pueden influir en el éxito del proceso y la solución.
4.- Pensamiento crítico y análisis:
El pensamiento crítico utiliza el razonamiento lógico para llegar a conclusiones fundamentadas. Esta habilidad es esencial para interpretar información, evaluar su validez y determinar si algo es correcto o incorrecto. A menudo, este proceso incluye la consideración de fuentes de información externas para enriquecer la toma de decisiones.
5.- Creatividad, originalidad e iniciativa:
La creatividad es una de las habilidades más valoradas en el entorno empresarial actual. Ser original y proactivo en el desarrollo de soluciones nuevas es esencial, ya que aplicar enfoques convencionales a problemas inéditos puede limitar el éxito. Tomar la iniciativa impulsa la innovación.
6.- Liderazgo e influencia social:
El liderazgo efectivo es fundamental para impulsar la productividad. Un líder debe contar con habilidades organizativas y de comunicación que motiven a los colaboradores y generen la influencia necesaria para mantener a los equipos comprometidos, lo que es clave para el éxito organizacional.
7.- Uso, seguimiento y control de la tecnología:
Con un 84% de las empresas acelerando su digitalización tras la pandemia, los colaboradores deben familiarizarse con la tecnología de manera más avanzada. Esto implica dominar más allá de lo básico y, al mismo tiempo, mantener un control adecuado sobre el uso de las plataformas tecnológicas.
8.- Diseño y programación de tecnología:
Entre los «trabajos del mañana», el diseño y la programación de tecnológica ocuparán un lugar destacado. Comprender la venta y promoción en línea será crucial, incluyendo el desarrollo de estrategias digitales efectivas para maximizar su impacto.
9.- Resiliencia, tolerancia al estrés y flexibilidad:
Estas cualidades son claves para predecir el éxito, ya que la determinación permite perseverar incluso ante situaciones complejas. Mantener una mentalidad abierta y flexible para adaptarse a nuevas opciones es esencial para alcanzar los objetivos a largo plazo.
10.- Razonamiento, resolución de problemas e ideación:
El desarrollo del razonamiento y la resolución de problemas se nutre del aprendizaje activo. Escuchar y aprender de los expertos amplía el conocimiento, mientras que la ideación, proceso de crear y probar nuevas ideas, resalta la importancia de las habilidades interpersonales para el futuro del negocio.
DESDE LA BIOLOGÍA DEL CONOCIMIENTO
En el libro «Transformación en la Convivencia» de Humberto Maturana podemos enlazar de manera profunda con la mentalidad growth, ya que ambos conceptos abordan el desarrollo y la evolución del ser humano desde una perspectiva de aprendizaje continuo, flexibilidad y apertura. Maturana afirma que los seres humanos somos seres sociales, y que nuestras interacciones y convivencias son fundamentales para nuestra evolución y transformación. De acuerdo a esto, nuestras acciones y conocimientos se moldean dentro de un entorno de relaciones sociales y emocionales, donde el cambio y la adaptación son constantes. Esta perspectiva resuena fuertemente con la mentalidad growth, la cual se basa en la creencia de que las habilidades y el intelecto no son fijos, sino que pueden desarrollarse a través del compromiso con el aprendizaje y la experiencia.
En la Mentalidad Growth se plantea que las personas pueden mejorar y crecer constantemente a través de la experiencia y el aprendizaje continuo. Este enfoque, al igual que el de Maturana, dejan de lado la idea de limitaciones fijas en el desarrollo humano y promueven la capacidad de transformación constante.
Maturana observa que, para transformar nuestra convivencia y nuestras relaciones, debemos ser capaces de cambiar nuestros puntos de vista, nuestras creencias y nuestras formas de actuar. Esta flexibilidad es clave en la mentalidad growth, donde se promueve una disposición a aceptar los errores y aprender de ellos, lo que fomenta la mejora y la evolución personal. Las personas con mentalidad growth están abiertas al cambio y dispuestas a adaptarse a nuevas realidades, igual que Maturana propone en las interacciones humanas.
En el libro «Transformación en la Convivencia», Maturana subraya la relevancia de las relaciones interpersonales y cómo estas permiten el desarrollo mutuo. Del mismo modo, la mentalidad growth reconoce que el crecimiento no ocurre en aislamiento, sino que el aprendizaje y la colaboración con otros son cruciales para superar desafíos y desarrollar nuevas habilidades. Ambos conceptos valoran la interdependencia humana como motor de progreso.
En relación a la superación de las limitaciones personales la mentalidad growth promueve y argumenta que las limitaciones personales no son permanentes, y que, con el enfoque adecuado, el esfuerzo y el aprendizaje, es posible superar cualquier obstáculo o debilidad percibida.
En su libro Maturana señala que las emociones juegan un papel crucial en nuestras interacciones y en nuestra capacidad de transformar nuestra convivencia. La mentalidad growth también reconoce que las emociones, como la confianza en uno mismo, la perseverancia y la capacidad de manejar la frustración, son clave para el crecimiento y el aprendizaje.
EQUILIBRIO ENTRE EMPLEABILIDAD, PRODUCTIVIDAD Y SOSTENIBILIDAD
De frente al 2025, los líderes de RRHH tienen el desafío de acelerar su evolución de una función operativa a convertirse en un líder estratégico con propósito. En CCTL Group identificamos cinco áreas clave que ya están transformando la empleabilidad, la productividad y la sostenibilidad organizacional: la redefinición de la productividad, el nuevo contrato social con los empleados, la expansión de equipos multifuncionales, la sostenibilidad y la implementación ética de la inteligencia artificial (IA).
1. Redefinir la productividad: Más allá de la eficiencia
La productividad no puede seguir evaluándose exclusivamente por la cantidad de horas trabajadas o tareas completadas. La clave está en valorar la calidad y el impacto de las contribuciones de los colaboradores. Para mejorar la empleabilidad y la productividad, los líderes deben crear espacios donde los empleados puedan innovar, encontrar propósito en sus tareas y ver cómo sus acciones contribuyen directamente a los objetivos estratégicos. El enfoque debe estar en resultados que no sólo impulsen la eficiencia, sino que también integren bienestar y desarrollo profesional, garantizando un rendimiento sostenible.
2. Creación de un nuevo contrato social: El «Equilibrio Vida-Trabajo»
El tradicional equilibrio entre vida y trabajo ya no es suficiente. El nuevo «match vida-trabajo» es un enfoque más personalizado que considera las realidades individuales de cada empleado. Para mejorar la empleabilidad y retener talento, los líderes, directivos, líderes de Recursos Humanos deben diseñar esquemas laborales flexibles que vayan más allá del trabajo remoto o híbrido, atendiendo las diversas necesidades de los colaboradores. La flexibilidad y personalización serán esenciales para incrementar la satisfacción y productividad, creando un entorno laboral que motive a los empleados a comprometerse a largo plazo con la organización.
3. Equipos multifuncionales y el valor del talento T-Shaped
El talento «T-shaped» (profesionales con un profundo conocimiento en una especialidad y habilidades transversales en otras áreas) será fundamental para aumentar la competitividad y la innovación. En un entorno donde las demandas laborales evolucionan rápidamente, recursos humanos debe fomentar la formación continua y la colaboración interdepartamental para desarrollar empleados versátiles y adaptables. Esta estrategia incrementa la productividad y mejora la empleabilidad, ya que prepara a los colaboradores para roles futuros y escenarios cambiantes, haciendo a la organización más ágil y resistente.
4. Sostenibilidad como responsabilidad: Redefinición del concepto de agente de cambio
Recursos Humanos también debe liderar los esfuerzos de sostenibilidad dentro de la organización. Al incorporar la educación en prácticas ambientales responsables y crear políticas que promuevan la reducción del impacto ambiental, la organización mejora la imagen y compromiso social de la empresa y también contribuye a la retención de talento, especialmente entre las generaciones más jóvenes que valoran trabajar en empresas socialmente responsables. Impulsar la sostenibilidad como un principio organizacional refuerza la competitividad y prepara a la empresa para enfrentar desafíos ambientales futuros de manera proactiva.
5. Uso ético de la inteligencia artificial
La IA ofrece un enorme potencial para transformar la productividad, pero su implementación debe estar guiada por principios éticos sólidos. Las organizaciones y sus líderes están llamados a que la IA se utilice para optimizar procesos, sin deshumanizarlos ni introducir sesgos. Para salvaguardar la empleabilidad y la confianza dentro de la organización, las decisiones críticas como la contratación o evaluación del desempeño deben ser validadas y ajustadas por seres humanos. Los líderes de Recursos humanos debe ser el guardián de este equilibrio, liderando la conversación sobre el uso ético de la IA y capacitando a sus colaboradores sobre su impacto.
EL MOMENTO PARA REINVENTARSE
Hoy, es una era de oportunidades y de colaboración. Aquellos líderes que comprendan esta transición como un momento para reinventarse, podrán llevar a cabo transformaciones profundas y sostenibles que impulsen a sus organizaciones hacia nuevos niveles de éxito.
El futuro del desarrollo, entrenamiento y portabilidad de habilidades no se trata solamente de adoptar nuevas tecnologías o cumplir con regulaciones emergentes y exigentes. Implica un rediseño profundo de la gestión del talento en un mundo digital, volátil e interconectado. La función del liderazgo debe reconvertirse en un agente de cambio, optimizando el rendimiento organizacional y posicionando a las empresas como actores relevantes y responsables en la sociedad con mirada sostenible y con centro en las personas.
A medida que las barreras entre lo humano y lo tecnológico se desdibujan y entrelazan, tendremos que aprender a equilibrar eficiencia con humanidad, automatización con ética, y bienestar con productividad y empleabilidad. El verdadero reto será integrar herramientas y métodos innovadores de manera que refuercen los valores fundamentales de la organización en coherencia con los valores de las personas, haciéndola más resiliente ante las incertidumbres del futuro permitiendo a los individuos desarrollarse en bienestar, confianza y respeto mutuo. Recordemos que “Somos nuestras organizaciones”.
En CCTL Group hemos desarrollado un método eficaz para la incorporación, desarrollo y entrenamiento de nuevas habilidades: la transformación cultural consciente con base en la biología del conocimiento. Este enfoque se fundamenta en ser intencionales al crear una cultura que fomente el aprendizaje. Las culturas conscientes promueven el respeto mutuo, valoran la colaboración sobre la competencia y reconocen que el aprendizaje es un proceso continuo y colectivo. Al diseñar un entorno que privilegia las interacciones significativas, el apoyo emocional y la co-creación del conocimiento, podemos acelerar significativamente la adquisición de nuevas habilidades.
Para llevar este enfoque a la práctica, hemos estructurado un método basado en la biología del conocimiento que contempla cinco niveles fundamentales de aprendizaje:
1. Nivel Individual: Las 7 dimensiones del ser
En este nivel, entendemos que cada persona desarrolla habilidades a través de siete dimensiones fundamentales:
- Epistemología: Al reconocer que el conocimiento es siempre parcial y relacional, se abre la posibilidad de nuevos aprendizajes.
- Mentalidad (Mindset): Una mentalidad de crecimiento permite ver los desafíos como oportunidades de aprendizaje, en lugar de barreras.
- Conversaciones: El lenguaje conecta el pensamiento con la acción. En las conversaciones damos forma material a nuestro vivir. Todos los resultados que tenemos en nuestra vida tienen relación con las conversaciones que hacemos, cómo las hacemos y las que no hacemos .
- Emociones: Las emociones juegan un rol decisivo en la forma en que nos relacionamos con el aprendizaje. Existen emociones que habilitan el aprendizaje como la curiosidad y la apertura, mientras que el miedo o la falta de confianza frenan el desarrollo.
- Fisiología: El cuerpo influye directamente en nuestra capacidad de aprender. La postura, respiración y hábitos corporales impactan cómo absorbemos y aplicamos nuevas habilidades.
- Actos Lingüísticos: Promesas, declaraciones y peticiones organizan la acción y generan compromisos que impulsan la adquisición de habilidades.
- Comportamiento: El sostener nuevas acciones y la generación de un sistema que apalanque esas nuevas prácticas a nivel organizacional consolidan las habilidades adquiridas.
2. Nivel de Equipo: Apalancando nuevos sistemas
El aprendizaje a nivel de equipo se acelera cuando se aprovechan las dinámicas de colaboración. Los equipos actúan como multiplicadores del conocimiento individual a través de la interacción:
- Redes de confianza: Equipos donde prevalece la confianza facilitan el intercambio libre de ideas y la experimentación.
- Conversaciones productivas: Equipos que mantienen diálogos abiertos y productivos permiten una integración más rápida de nuevas habilidades, favoreciendo el aprendizaje colectivo.
3. Nivel Organizacional: Integración estratégica del aprendizaje
A nivel organizacional, es crucial alinear el aprendizaje con la estrategia empresarial. Esto se logra creando sistemas que:
- Integren aprendizaje y estrategia: Empresas que alinean el desarrollo de habilidades con sus objetivos estratégicos crean entornos donde el aprendizaje es más eficiente y útil.
- Retroalimentación estructurada: Proveer una retroalimentación continua permite a los empleados ajustar y mejorar sus habilidades de manera constante.
4. Nivel Social: Impacto en la sociedad y la economía
El aprendizaje también tiene un impacto en la sociedad y la economía. Cuando grandes sectores de la población adquieren nuevas habilidades, se observan efectos positivos en:
- Productividad económica: La adquisición de nuevas habilidades genera una mayor eficiencia y creatividad, beneficiando a la economía en su conjunto.
- Innovación social: Sociedades que promueven el aprendizaje constante son más resilientes y mejor adaptadas para enfrentar los desafíos globales.
5. Nivel Planeta: Relación con la naturaleza y el mundo
A nivel planeta, el aprendizaje también se relaciona con nuestra interacción con el entorno natural. La biología cultural nos enseña que la relación con el medio ambiente es clave para un desarrollo sostenible:
- Sostenibilidad: Garantizar las necesidades del presente sin comprometer a las generaciones futuras es fundamental. Esto implica equilibrar la protección del medio ambiente, el crecimiento económico y el desarrollo social.
- Co-evolución: Aprender a convivir y evolucionar en armonía con el ecosistema permite una adaptación sostenible y consciente.
Fomentar un aprendizaje consciente, activo y continuo no sólo beneficia a los colaboradores, sino que también fortalece a las organizaciones en su conjunto. Las habilidades analíticas, la creatividad y el liderazgo se destacan como esenciales para alcanzar el éxito. A su vez, el modelo del liderazgo de Recursos Humanos tiene el desafío de evolucionar para convertirse en un agente de cambio, optimizando el rendimiento organizacional y promoviendo la sostenibilidad.
El futuro pertenece a aquellas organizaciones que comprendan que la clave para el éxito radica en la integración de valores humanos con la eficiencia tecnológica. La capacidad de reinventarse y cultivar una cultura de aprendizaje, colaboración y respeto mutuo permitirá a las empresas adaptarse y prosperar en un mundo cada vez más interconectado. Recordemos que, al final del día, “somos nuestras organizaciones”, y el crecimiento colectivo en colaboración es el camino hacia un futuro resiliente y sostenible.
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