En la mayoría de las organizaciones, a pesar de la implementación de sistemas avanzados de gestión de recursos humanos con procesos herramientas eficientes, la efectividad sigue siendo limitada. Los intentos por mejorar típicamente se centran en ajustar procesos, herramientas y sistemas, pero el verdadero obstáculo no reside en estas estructuras visibles. Según la ontología constitutiva, la clave para desbloquear el potencial organizacional radica en la comunicación humana profunda y significativa. Es en las CONVERSACIONES donde las promesas se hacen tangibles y los estándares se establecen realmente, trascendiendo así las estructuras constitutivas formales y trascendiendo también a las personas. A través del intercambio de ideas, emociones y opiniones, las personas no sólo comunican información, sino que CO-CREAN significados y posibilitan el desarrollo, el cambio, el crecimiento y la innovación dentro de la organización.
De acuerdo al informe de Gestión de Riesgos Globales del Foro Económico Mundial, emergen cuatro fuerzas estructurales que darán forma a la materialización y la gestión de los riesgos globales durante la próxima década. Las cuatro fuerzas globales y sistémicas son: cambio climático, bifurcación demográfica, aceleración tecnológica y cambios geoestratégicos. Todas estas transiciones globales se caracterizarán por la incertidumbre y la volatilidad. A medida que las sociedades intenten adaptarse a estas fuerzas cambiantes, se verá afectada su capacidad de prepararse y responder a los riesgos globales.
Entonces nos podemos preguntar ¿Cómo nos estamos preparando? ¿Estamos logrando responder a los desafíos de sostenibilidad empresarial? ¿Cuál es el costo que estamos teniendo?
La manera de abordar estos desafíos sigue siendo limitada en cuanto a su efectividad. Los intentos por mejorar típicamente carecen de una mirada sistémica y se centran en ajustar procesos, herramientas y sistemas, pero el verdadero obstáculo no reside en estas estructuras visibles. La clave para desbloquear el potencial organizacional radica en SER CONSCIENTES DE CÓMO NOS EXPLICAMOS NUESTRO VIVIR. Es en las CONVERSACIONES en donde se hace visible el operar de los colaboradores y las relaciones que construyen. En las conversaciones damos forma material a nuestro vivir y todos los RESULTADOS que tenemos tiene que ver con las conversaciones que hacemos, cómo las hacemos y las que no hacemos.
Lo primero que proponemos hacer es identificar el modo de escucha en relación a las formas como los seres humanos nos explicamos nuestro vivir:
Por una parte tenemos el concepto de ontología trascendente, en este camino explicativo las explicaciones suponen la posesión de un acceso privilegiado a una realidad objetiva. En este camino explicativo existe una pretensión de conocimientos que es una demanda de obediencia, no nos permite llegar a acuerdos.
Por otro lado, la ontología constitutiva, en este camino explicativo las personas viven las explicaciones conscientes que son generadores de su realidad y que existen tantas realidades como seres humanos existen en el planeta, y que un desacuerdo explicativo es una invitación a una reflexión y no a una negación del otro, nos permite llegar a acuerdos.
En este momento ya puedes ser consciente desde donde escuchas a los demás en las distintas conversaciones que realizas en tu continuo vivir. ¿Qué tan fácil o complejo es llegar a acuerdos para ti? ¿Cuál es la calidad de tus relaciones?
Según Maturana, los seres vivos, incluyendo los humanos, construyen su realidad a través de las conversaciones, que son interacciones conmigo mismo y/o con otros. Central a su enfoque está el concepto de autopoiesis, desarrollado con Francisco Varela, que explica cómo los sistemas vivos se auto-producen y mantienen su organización. Por ejemplo, las células son autopoiéticas al generar continuamente los componentes que las sostienen.
Maturana también destaca que la cognición es un proceso biológico presente en todos los seres vivos, no solo en humanos. Desde esta perspectiva, incluso la respuesta de una planta a la luz solar constituye una forma de cognición, al procesar información y responder al entorno de manera coherente con su autopoiesis. Además, Maturana sostiene que la realidad se construye a través de la interacción del observador con su entorno, negando una realidad objetiva independiente de nuestros procesos cognitivos y perceptivos. Así, dos personas pueden percibir un mismo evento de manera diferente debido a sus experiencias y contextos individuales, generando realidades distintas.
En contraste con la ontología trascendente, que busca verdades universales independientes del observador, Maturana enfatiza la RELACIONALIDAD y el contexto en la comprensión de fenómenos. Para él, no existe una realidad objetiva externa a nuestra experiencia; todo conocimiento depende del observador y de su capacidad de interactuar con el entorno. Por ejemplo, dentro de la ciencia, los hechos son construcciones validadas dentro de una comunidad científica, reflejando un consenso relacional en lugar de una verdad absoluta y objetiva. Así, Maturana proporciona una visión profundamente constructivista de la realidad y el conocimiento, donde la percepción y la interacción juegan roles fundamentales en la creación de significado y comprensión.
¿De qué manera cambia nuestra comprensión de la realidad y nuestras conversaciones cuando consideramos que todo conocimiento es dependiente de la interacción del observador con su entorno?
¿QUÉ ES EL CONVERSAR?
En el conversar los seres humanos coordinamos acciones, coordinamos emociones y nos vamos transformando en la convivencia conversacional con otras personas.
Entendiendo que una organización es una red de conversaciones y red de promesas, cada conversación en la organización importa, cada conversación genera una realidad, cada conversación tiene consecuencias en el sistema, cada forma de conversar genera resultados distintos.
Entonces, cuando miramos las conversaciones de un equipo por ejemplo, podemos inferir cuáles van a ser sus resultados y a través de nuestra forma de conversar o no conversar generamos nuestra cultura organizacional.
LA CONVERSACIÓN COMO PILAR EN LA ORGANIZACIÓN
Las conversaciones dentro de una organización no sólo reflejan la cultura existente, sino que también es la ÚNICA FORMA de transformarla. La conversación organizacional estratégica tiene que ver con propósito, promesas y estándares conversacionales, al utilizar un diseño de conversaciones estratégico, podemos construir una cultura que cada organización requiere para responder a los desafíos actuales y a la sostenibilidad organizacional.
Nuestras interacciones diarias son la base sobre la cual se construye la realidad organizacional. Como decía Heidegger, «El ser del Dasein es ser-en-el-mundo,» indicando que nuestra existencia y nuestras interacciones son inseparables de nuestro entorno y contexto.
Nosotros los seres humanos nos constituimos como tal, en la convivencia con los miembros de los distintos espacios que interactuamos, por ejemplo trabajo. Entonces cuando vemos una organización, podemos inferir de manera general las características de sus colaboradores, ya que son ellos en sus interacciones lo que generan la cultura. SOMOS NUESTRAS ORGANIZACIONES: CADA CONVERSACIÓN IMPORTA, CADA INTERACCIÓN CUENTA Y CADA RELACIÓN NOS CONSTITUYE.
¿QUÉ CONSIDERAR AL MOMENTO DE DISEÑAR NUESTRAS CONVERSACIONES DENTRO DE UNA ORGANIZACIÓN?
Aquí hay algunos puntos clave sobre cómo lograr esto:
- Qué quiero cuidar en la conversación: El ser consciente de lo que queremos cuidar en cada conversación es faro que nos alumbra en la dirección oportuna para ese espacio de interacción.
- Espacio emocional a conservar: Saber cual es el espacio emocional que queremos conservar y comprometernos con él, es un gran desafío, el cual cuidad de nuestras relaciones y nuestros resultados.
- Claridad en los objetivos compartidos: Desde el inicio de la conversación, es importante establecer claramente cuáles son los objetivos y metas compartidas del encuentro. Tener una agenda es vital.
- Enfoque en los resultados y logros: Dirigir la conversación hacia los resultados deseados y los logros que se pretenden alcanzar, en lugar de centrarse únicamente en las personas involucradas. Esto ayuda a mantener la atención en los estándares de desempeño y calidad esperados.
- Uso de palabras neutrales: Utilizar palabras neutrales puede ayudar a despersonalizar en caso de desacuerdo. En lugar de enfocarse en quién hizo qué, se centra en cómo cumplir con los estándares establecidos y cómo mejorar las promesas realizadas.
- Fomento de una cultura de responsabilidad colectiva: Promover una cultura donde todos los miembros del equipo se sientan responsables de las promesas y estándares de la organización. Esto implica que cada individuo entienda su papel en la consecución de los objetivos organizacionales y esté comprometido con mantener altos estándares.
- Feedback constructivo y orientado a soluciones: Cuando surjan problemas o desafíos, enfocar la conversación en encontrar soluciones y mejoras, en lugar de buscar culpables. Esto fomenta un ambiente donde la conversación se centra en cómo avanzar y cumplir con las promesas establecidas.
- Celebración de éxitos y reconocimiento de buenas prácticas: Reconocer y celebrar públicamente los logros alcanzados y las prácticas que han cumplido o superado los estándares establecidos. Esto refuerza la importancia de los estándares de calidad y el cumplimiento de las promesas.
- Formación en comunicación y gestión de conflictos: Proporcionar formación en habilidades de comunicación efectiva y gestión de conflictos a los miembros del equipo. Esto ayuda a desarrollar competencias para manejar conversaciones difíciles de manera constructiva y enfocada en los objetivos organizacionales.
Nos constituimos en las conversaciones y damos forma a nuestra realidad en ellas. Nuestros resultados tienen directa relación con nuestra forma de conversar. Estas interacciones no sólo moldean nuestra comprensión de nosotros mismos y del mundo, sino que también son fundamentales para nuestra participación activa en la sociedad y la cultura.
Hoy, ¿Dónde están tus conversaciones corporativas? ¿En la ontología trascendente o en la ontología constitutiva?
Recuerda… «Somos nuestras organizaciones: Cada conversación importa»